XXIV Domingo Ordinario
Lecturas del Dia Estamos en el décimo mes del Jubileo de la Misericordia. Espero que hayan tomado el tiempo para reflexionar sobre el significado de este año. También espero de que haya dejado alguna regla de la misericordia en sus vidas. Puede ser que este año no pase de largo sin que nosotros visitemos al Sacramento de la Reconciliación y que también ofrezcamos la misericordia incondicional, el perdón y el amor a alguien. Este es el trato. Si la "misericordia" no ha sido un gran lema para ustedes, entonces, puede ser que las lecturas de hoy no sean tampoco un gran lema. Las lecturas de hoy celebran la misericordia al punto de que es un escándalo. La misericordia de Dios es un escándalo! Es un escándalo, pero es cierto. Permítanme decir tres cosas acerca de la misericordia de Dios. 1. Dios hace escándalo. Hay historias del Evangelio que son únicos para el evangelio de Lucas: la historia del rico insensato (12:16-21), Lázaro, el hombre pobre (16:19-31), el buen samaritano (10: 30-35 ), y el Hijo pródigo (Lc 15: 11-32). Hay un hilo común en estas historias. Son los pobres y los marginados de la sociedad que encuentran un acceso más fácil a Cristo y a Dios. Los de “adentro” se convierten en los de “afuera” y los de “afuera” se convierten en los de “adentro”. Escuchen cómo Lucas lo puntualiza. Él dice: "Los recolectores de impuestos y pecadores se acercaban a escuchar a Jesús, pero los fariseos y los escribas murmuraban, diciendo: "Este hombre recibe a los pecadores y come con ellos." Para los escribas y los fariseos era un escándalo que los colectores de impuestos y los pecadores estaban siendo atraídos a Jesús. Pero Jesús les dijo: "Os digo ... no habrá más alegría en el cielo por un solo pecador que se convierta que por noventa y nueve justos que no necesitan convertirse.” Para los fariseos y los escribas, Jesús era un escándalo. Pasa mucho tiempo con los pecadores. Es un escándalo, pero es cierto. 2. El Dios que sobrepasa la expectativa. Hay tres parábolas en la lectura del Evangelio de hoy: la parábola de la oveja perdida, la parábola de la moneda perdida y la parábola del hijo perdido. En cada una de estas parábolas, la lógica de Jesús desafía el razonamiento comun. Si tuviera cien ovejas y una de ellas iba por mal camino, mi preocupación sería sobre los noventa y nueve. Nuestro instinto natural es la de salvar a la mayoría; sacrificar el uno por el bien de la mayoría. Especialmente, si la oveja se extravió debido a su propia culpa, nos faltaría simpatía por la oveja perdida. Tal vez, diríamos, “Ese uno merecía!" Eso sin duda fue la actitud del hijo mayor de la parábola del hijo perdido. El dijo: " '¡Hace tanto tiempo que te sirvo, sin desobedecer jamás una orden tuya, y tú no me has dado nunca ni un cabrito para comérmelo con mis amigos! Pero eso sí, viene ese hijo tuyo, que despilfarro tus bienes con malas mujeres, y tú mandas matar el becerro gordo.’ Pero la parábola termina con estas palabras: "Pero era necesario hacer fiesta y regocijarnos, porque este hermano tuyo estaba muerto y ha vuelto a la vida, estaba perdido y lo hemos encontrado.” La Escritura nos da razones para creer que cuando se trata de la salvación, Dios desafía nuestras expectativas. Y curiosamente, los que consideramos perdidos o extraviados podrían llegar antes que nosotros. Es un escándalo, pero es cierto. 3. La tentación de exagerar los pecados de otros y minimizar los nuestros. Hay una tendencia en la iglesia que he notado en estos días. Podemos ser una iglesia muy crítica. Tenemos la tendencia a minimizar nuestros pecados y exagerar los pecados de otros. pecados de otras personas siempre se ven más grandes para nosotros, mientras, tenemos una manera de justificar nuestros propios pecados. Pablo, en la segunda lectura de hoy, es más realista. Pablo nunca olvidó que su propia salvación fue el resultado de la misericordia de Dios. Él dice: "A mí, que antes fui blasfemo y perseguí a la Iglesia con violencia; pero Dios tuvo misericordia de mí .... Cristo Jesús vino a este mundo a salvar a los pecadores, de los cuales yo soy el primero." Si podemos aprender una cosa de Pablo es esta - Que si se salvan, esto no será causa de nuestros propios méritos, sino más bien debido al abundante amor y misericordia de Dios. En el momento en que creemos que somos salvos por nuestra propia santidad, lo perdimos. Es un escándalo, pero es cierto. Si realmente pensamos en ello, esta Eucaristía es un escándalo. Cristo se entrega a los pecadores. Cristo viene a nosotros no porque somos dignos, sino porque la misericordia de Dios no tiene límites! Dejemos que la misericordia de Dios gobierne nuestras vidas, Amén. -Padre Satish Joseph
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AuthorAqui estan las homilias del Padre Satish de cada domingo. Archives
September 2022
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