El Discipulado: Siendo el Cuerpo de Cristo

Dios nuestro Padre y Madre, nuestro Creador y nuestro amigo,
Siglo tras siglo has tratado de amarnos
para redimirnos, para salvarnos y para estar con nosotros.
Y así, a la hora señalada,
Nos mostraste tu rostro en Jesús -
la palabra hecha carne,
el Dios que habitó entre nosotros.

Mostrándonos tu amor sin límites,
Jesús partió el pan y dijo: "Esto es mi cuerpo";
y tomó el vino y dijo: "Esta es mi sangre".
Luego dio su vida en la cruz y murió por nosotros.
En el pan y el vino,
Sigue viviendo entre nosotros.

Cada vez que celebramos la Eucaristía,
"Recordamos"
que, en comunión con Jesús,
juntos -
el mayor y el menor, el pecador y el santo
el rico y el pobre, los jóvenes y los viejos,
del este al oeste, y del Norte al Sur -
   entramos en comunión unos con otros;
y nos convertimos en una comunidad de discípulos -
EL CUERPO DE CRISTO.

Como el cuerpo de Cristo podamos

Pensar como Jesús, Hablar como Jesús y Actuar como Jesús.
Que seamos su amor, su redención,
su salvación y su presencia en el mundo.

Padre, te pedimos todas estas cosas, por Cristo nuestro Señor
en unión con el Espíritu Santo.

Amen

©Fr. Satish Joseph, 2013