6 de junio de 2021- Somos el Cuerpo, el Cuerpo de Cristo

Solemnidad del Cuerpo y la Sangre de Cristo
Lecturas del Dia
¿Qué es lo más preciado que le has regalado a alguien? Probablemente estará de acuerdo conmigo en que cuanto más querida es la persona, más generosos somos. Cuanto más amamos a alguien, más profundamente le damos. Piense en la fiesta de Corpus Christi de hoy como la entrega total y completa de Dios a nosotros. Es una expresión no solo del inmenso amor de Dios por nosotros, sino también de lo preciosos que somos para Dios. 
 Me gustaría reflexionar sobre cada una de las lecturas de las Escrituras desde la perspectiva del amor y el don de Dios hacia nosotros. 

1. La primera lectura (Éx 24: 3-8) es la descripción de una ceremonia primitiva para hacer pactos. Tradicionalmente, esto se llamaba ceremonia del “pacto de sangre”. Los pactantes hacían una incisión en  el brazo unos a otros y chupaban la sangre, y la mezcla de la sangre los convertía en 'hermanos del pacto'. También significaba que el incumplimiento del pacto se pagaría con sangre. Pero cuando se trataba del Pacto entre Dios y los seres humanos, no había forma de mezclar sangre humana y divina. La sangre de los animales se convertiría en el sustituto. Moisés sacrificó novillos y roció la mitad de su sangre sobre el altar y la mitad sobre el pueblo mientras les leía la Ley de Dios. La ceremonia fue más que un contrato social. Simboliza el amor de pacto. Esta es la parte más importante de esta ceremonia particular de corte del pacto. Simbolizaba una relación profunda y comprometida: Dios con las personas y las personas con Dios. De la misma manera que Dios amaba a la gente, la gente estaba siendo invitada a un pacto de amor comprometido por Dios. 
   
2. La segunda lectura de la carta a los Hebreos (9, 11-15) nos da un paso adelante. Habla de un nuevo pacto mejor. Lo que hace que este nuevo pacto sea mejor es que, a diferencia del Antiguo Testamento, Dios estaba físicamente presente en Jesús. Además, el nuevo pacto no está sellado con sangre de animales, sino con la propia sangre de Jesús. Y finalmente, en el Nuevo Pacto, Dios no solo le dio al pueblo un conjunto de leyes. Al derramar su sangre, Jesús dio a las personas una nueva oportunidad de vida. Este es un acto de entrega total. Detrás de la entrega está el amor de Dios por la humanidad. Este Nuevo Pacto dice que Dios ama a la humanidad tan inmensamente que la entrega de Dios es total; que Dios ama a la humanidad tan inconmensurablemente que la entrega de sí mismo es incondicional; que Dios nos ama tan profundamente que Dios nos da de la manera más profunda posible.  
   
3. La lectura del evangelio de hoy (Mc 14: 12-16, 22-26) nos lleva un paso más hacia adelante. En la última Pascua que Jesús celebró con los discípulos, tomó pan y dijo: "Esto es mi cuerpo". Y luego tomó el cáliz y dijo: "Esta es mi sangre". El relato que tenemos de Marcos no termina la narración con las palabras: "Hagan esto en memoria mía." Pero los otros evangelios y Pablo incluyen el memorial como un elemento esencial de la última Pascua (I Cor 11: 24,25). Hoy estamos aquí para hacer lo que el mismo Cristo nos ha pedido que hagamos en su memoria. Nos reunimos para hacer lo que Él nos pidió "hacer esto en memoria  mía ." Por un lado, la Eucaristía es la recreación de la Última Cena. El pan se transforma en el Cuerpo de Cristo y el vino se transforma en la Sangre de Cristo. Pero hay otra transformación más. Nosotros, que comemos de su cuerpo y bebemos de su sangre, llegamos a ser el Cuerpo de Cristo. En otras palabras, hoy somos el sacramento del amor de la alianza de Dios. Hoy somos los dones que Dios le da al mundo. En nosotros, el mundo conoce el amor pacto, incondicional, inconmensurable y profundo de Dios.
   

Un pacto requiere que ambas partes desempeñen sus respectivos roles. Cristo ha hecho su parte. Ahora debemos hacer lo nuestro. Como cuerpo de Cristo y regalo de Cristo al mundo, hacemos realidad el amor de Cristo por el mundo. Seamos el cuerpo de Cristo.  
A medida que el pan y el vino se llevan al altar y se transforman en el cuerpo y la sangre de Cristo, seamos como la gente de la primera lectura de hoy y digamos: "Haremos todo lo que dice el Señor". Seamos lo que celebramos; convirtámonos en Eucaristía, Cristo cuerpo y sangre, amor y entrega del Señor. 

• Padre Satish Joseph