5 de junio de 2016 - Cristo Nuestro Consuelo, Nuestra Vida, Nuestra Inspiracion

Lecturas del dia
Amigos muy cercano míos me pidieron por mis oraciones por  una familia con dolor, la semana pasada. Con sólo veintinueve años de edad, Marjorie había muerto de repente. Marjorie no estaba enferma. Su muerte fue tan rápido que le impactó a todos, especialmente a su marido Patrik y sus tres niños pequeños, Payton, Hailey y Mariah. La hija mayor tiene sólo once años y la más joven tiene solo cuatro. No me puedo imaginar la tristeza del marido y las tres niñas pequeñas. Cuando ocurre una tragedia, nuestra pregunta es instintiva, "¿Por qué?" Como personas de fe, incluso podemos preguntar: "Oh Dios, ¿Por qué?" He celebrado innumerables misas funerarias con esta misma pregunta en mente. A pesar de que un pueblo que cree que Jesús murió y resucitó, como creyentes en la vida eterna - el dolor de cualquier tragedia es real y paralizante.


Al reflexionar sobre las lecturas de hoy, quisiera, con la ayuda de Dios, que pueda revertir cada muerte prematura. Me gustaría restaurar al esposo e hijos de Marjorie. En realidad, estoy indefenso. No tengo muchas respuestas a los "por qué" de la vida. Sin embargo, he tratado de reflexionar y orar al respecto. El resto de mi homilía es el fruto de esta oración.

1. Cristo nuestra consolación. En momentos trágicos, como pueblo de fe nos acercamos a Cristo. Y lo hacemos por muchas razones. La primera razón es que pensamos en Jesús como la presencia compasiva de Dios. El Evangelio de hoy nos dice que Jesús "tuvo compasión." De hecho, esta curación es uno de esos casos raros en los que a Jesús no se le pidió un milagro, sino más bien, de su propia iniciativa dio el salto, tocó el féretro y devolvió al joven a la vida. la acción de Jesús es un símbolo de la solidaridad de Cristo con cada persona que se encuentra con la tragedia. En numerosos casos, Jesús trajo comodidad a las personas heridas. Sin embargo, no es otra razón por la cual nos acercamos a Cristo. Recordamos que el mismo Jesús tuvo una muerte trágica y prematura. Mientras que Jesús vino a la ayuda de la madre del joven muerto, su propia madre afligida al ver a su hijo morir en la cruz. Al igual que en la historia de hoy, Jesús también fue el único hijo de su madre. Con toda probabilidad, María era una viuda. En otras palabras, en tiempos de tragedia encontramos consuelo en Cristo, que comprende la difícil situación de los quebrantados de corazón. El es en verdad nuestra comodidad. Esta es la razón por el autor de la carta a los Hebreos cuando dice: "Porque no tenemos un sumo sacerdote que no pueda compadecerse de nuestras debilidades, sino uno que fue tentado en todo según nuestra semejanza, menos en el  pecado. Acerquémonos, pues, confiadamente al trono de la gracia, para alcanzar misericordia y hallar gracia para el oportuno socorro. "(Hebreos 4: 15-16)

2. Cristo nuestra vida. Las dos historias en las lecturas de hoy son de viudas que perdieron sus únicos hijos. Estas dos historias de la resurrección de los muertos se les dice de una manera tal que reflejen el plan de Dios para toda la humanidad. Así como Elías y Jesús tienen compasión de las viudas, Dios tiene compasión de nosotros. Mientras Elías le resucitó al joven a la vida, Jesús todavía hizo más. Jesús se convirtió en muerte para que podamos compartir la vida divina. Jesús transformó la muerte desde dentro. Esa es la historia de la cruz, la muerte y resurrección de Jesús. Por su muerte y resurrección, Cristo nos ha arrebatado a la muerte y nos devolvió a la vida. No sólo unas pocas personas seleccionadas, sino a toda la humanidad se invita a la resurrección. Este es el significado de nuestro propio bautismo. En el bautismo morimos con Cristo, para que también podamos subir con él. Así que sí, la historia de Marjorie es muy trágica. Sin embargo, en medio de la tragedia, Cristo hace posible que enfrentemos a la tragedia con esperanza. La muerte, por los siglos de una vez y para siempre, se destruyó y la tragedia humana se ha transformado en esperanza divina.

3. Cristo, nuestra inspiración. Tanto en el Antiguo como el Nuevo Testamento,las viudas estaban entre las personas más indefensas de la sociedad. Oprimir a las viudas se consideraba un pecado grave y ayudarlas era una gran virtud. Admiramos a Elías y Jesús debido a que intensificaban su ministerio en la luz de la tragedia humana. Ellos no se retiraron o simplemente pasaban sin importarles las personas heridas. Las situaciones trágicas son difíciles para mí porque me encuentro impotente. Estoy seguro de que ustedes han estado en situaciones cuando es difícil decir lo correcto o hay que hacer cosas significativas por las personas que están sufriendo. Sin embargo, Elías y Jesús nos enseñan la importancia de dar un paso hacia adelante. Puede que no seamos capaces de resucitar a las personas de entre los muertos, pero nunca podemos subestimar el poder de la presencia de Dios. Las personas no pueden recordar lo que hemos dicho o lo que hicimos cuando estaban haciendo daño, pero nunca se olvidan que estubimos ahí con ellos en los momentos difíciles . Especialmente, en este jubileo de la misericordia, al contemplar las obras de la misericordia espiritual, tales como, visitar a los enfermos y enterrar a los muertos, nuestro acto más compasivo puede ser nuestra "presencia". De esta manera, actuamos como Elías y Jesús.

Esta Eucaristía es un presagio de la comodidad  la esperanza, la vida y el amor que nos espera. Nos ha permitido participar en ella en la fe para que podamos ser parte de él en la eternidad.