XXII Domingo Ordinario Lecturas del dia Soy un católico de nacimiento.Yo tenía veintidós años y medio en el seminario, cuando tuve mi primera experiencia espiritual profunda. He hecho una buena confesión, resolví pasar tiempo en oración cada día, y también hacer algunos cambios en mi vida. Porque me sentía cerca de Dios, y porque yo era serio acerca de vivir mi nueva vida, esperaba que mi vida fuera mucho más fácil. Sucedió lo contrario. He perdido algunos amigos y me encontré con mi nueva existencia siendo una lucha. Como yo, la mayoría de las personas que recién convertidos al cristianismo o han tenido una experiencia de conversión, esperan que la vida venga más fácil. Ellos esperan que las tentaciones que se vayan, su oración sea respondida con facilidad y sus relaciones tensas se resuelvan sin problemas. Su raciocinio es muy lógico. A medida que se acercan a Dios, y al abrazar la santidad, esperan que sea una vuelta. La expectativa tiene mucho sentido. Si toma medicamentos para una enfermedad y hacer todo lo que el médico le pide que haga, se supone que mejore. En la vida espiritual, a menudo, sucede lo contrario. La vida se convierte en realidad más difícil. Es contrario a la intuición, pero esto es exactamente lo que sucede. En mi tres puntos hoy, me gustaría reflexionar sobre las lecturas de la lectura de hoy y entender nuestras luchas espirituales mientras navegamos por la vida. Aquí están mis tres puntos.
3. La importancia de la confesión de fe. Jeremías supera su desilusión por su íntima convicción acerca de Dios y acerca de su llamada. Él dice: “Yo me digo a mí mismo, no voy a hablar más de él [Dios], no voy a hablar más en su nombre [de Dios] . Pero entonces se vuelve mi corazón como fuego ardiente , prendido en mis huesos ; La semana pasada, oímos a Pedro confesar a Jesús: “Tú eres el Cristo, el Hijo del Dios vivo.” La confesión de fe de Pedro nunca lo abandonó. Él pudo haber sido reprendido por Cristo, él pudo haber negado a Cristo, pero al final, se mantuvo fiel a su confesión de fe. En última instancia, abrazó el martirio. Nosotros sabemos que Dios no hace intencionalmente la vida difícil para nadie. Eso, nos habría, hecho impíos. El verdadero problema es que la toma de decisiones justas, honestas y santas es más difícil que tomar el camino más fácil. La mejor manera de enfrentarse a la vida, ya que nos enfrentamos, es tener una confesión fuerte de fe. En los momentos de luchas espirituales o en tiempos de desilusiones espirituales, debe ser nuestra confesión de fe a lo que tenemos que retornar. En más de treinta años desde que tuve mi experiencia espiritual inicial. Incluso hoy en día, en los momentos de dudas, es a esa experiencia que yo regreso. No importa qué tan mal estén las cosas, lo que sé es que Dios está conmigo. Como nos encontramos con Jesús en esta Eucaristía, vamos a llevar nuestra mente, nuestro corazón y de hecho toda la vida delante de Dios. Que Cristo nos de la fuerza para tomar nuestra cruz y seguirlo. - Padre Satish Joseph
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AuthorAqui estan las homilias del Padre Satish de cada domingo. Archives
November 2022
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