XXVI Domingo Ordinario
Lecturas del Dia Por segunda semana consecutiva, las lecturas de las Escrituras en la misa nos invitan a reflexionar sobre la relación de un cristiano con la riqueza. La semana pasada reflexionamos sobre las palabras de Jesús: “¡No puedes servir a Dios y al dinero!”. Sugerí que nuestra relación con la riqueza tiene implicaciones para la eternidad. Esta semana enfocamos a las personas que eligieron servir al dinero. El dinero hace a algunas personas inhumanas. Las lecturas de hoy nos advierten sobre el tipo de personas en las que no debemos convertirnos. Por el contrario, las lecturas de hoy nos invitan a desarrollar un carácter cristiano. Las lecturas de hoy están repletas de imágenes. Me gustaría utilizar estas imágenes para extraer las tres implicaciones prácticas. Entonces, demos rienda suelta al poder de nuestra imaginación.
1. El escándalo de las riquezas. Imagínese esto por un momento: gente acostada en camas de marfil ..., cómodamente tumbados en sus sofás ..., comiendo corderos y terneros apartados para el sacrificio del templo ..., bebiendo vino de cuencos caros ... ¡y ungiéndose con los mejores aceites! Esta fue la forma en que Amos describió el escándalo económico de su tiempo. La gente explotaba a los demás y disfrutaba del lujo. Permítanme describir un escándalo moderno. Hoy, tres multimillonarios poseen tanta riqueza como el resto de la población. La oficina del censo publicó un informe la semana pasada que declaraba que la brecha entre ricos y pobres en el Estados Unidos subió el año pasado al nivel más alto en más de 50 años. Además, la desigualdad de ingresos en los EE. UU. Se expandió significativamente de 2017 a 2018, liderada por varios estados costeros, incluidos Florida, Nueva York, California y Connecticut. Esto nos lleva de vuelta a nuestra primera lectura de Amos. Hay algunas personas que lo están viviendo mientras que muchas personas están luchando para llegar a fin de mes. La buena noticia es que Dios toma partido. Dios es el consuelo de los pobres y de aquellos que luchan por vivir una vida digna.
2. El escándalo de la obsesión egoísta. La segunda imagen se encuentra en la lectura del evangelio de hoy. Trate de imaginar esto por un momento: “Un hombre rico que se vestía con prendas moradas y lino fino y cenaba suntuosamente cada día. Y acostado en su puerta había un pobre hombre llamado Lázaro, cubierto de llagas, que con gusto se habría comido hasta los restos que cayeron de la mesa del rico. Los perros incluso solían venir a lamer sus llagas.”¿Cómo se pasó por alto al pobre hombre? Tal vez, porque eso es lo mucho que el hombre rico estaba en sí mismo, o tal vez, porque su obsesión con la riqueza y las riquezas lo había cegado. De cualquier manera, fue un escándalo. ¿Entonces hay preguntas que podemos hacer hoy? ¿Por qué hay personas hambrientas en nuestro país? ¿Sabes que tanto en la Escuela de la Inmaculada Concepción como en la escuela de St. Helen hay niños que tendrían hambre durante el fin de semana si la comunidad no les enviara comida? Este es el Estados Unidos de América: ¡la economía más grande del mundo y la nación más rica del mundo! ¿Cómo llegamos aquí? ¿No tenemos suficiente para alimentar a todos? ¿O es que los que lo tienen están demasiado metidos en sí mismos? ¿O nos están cegando nuestras riquezas? La moraleja de la parábola de Jesús es aplicable a cada uno de nosotros si somos ricos o no muy ricos. Podemos estar tan atrapados con nosotros mismos que podemos volvernos insensibles a las necesidades de los pobres. Debemos estar atentos porque la riqueza y las posesiones tienen el poder de cegarnos. 3. Persecución eterna. La primera lectura y la lectura del evangelio juntas están haciendo otro punto importante: que nuestra relación con la riqueza revela nuestro carácter. El punto clave para las lecturas de hoy es: "Pero tú, hombre de Dios, persigue la justicia, la devoción, la fe, el amor, la paciencia y la gentileza" (1 Timoteo 6:11). Como cristianos, podemos ser ricos o pobres. Sin embargo, nuestro carácter debe revelar a un pueblo que persigue la rectitud, la devoción, la fe, el amor, la paciencia y la gentileza. El punto más importante de las lecturas de hoy es que un discípulo está invitado a vivir la vida desde la perspectiva de la eternidad. Las elecciones que hacemos, ya sea en lo que respecta a la riqueza, la riqueza, las prioridades, la profesión, la fe, tienen implicaciones eternas. Poco sabía el hombre rico que Lázaro y él tendrían que intercambiar lugares en la eternidad. Cuando se dio cuenta de su destino, quiso que sus familiares lo supieran, al menos ellos también terminaran donde él estaba. Los familiares del hombre rico pueden o no haber sabido lo que él quería que supieran, pero nosotros sí lo sabemos. Las escrituras de hoy nos dicen que la forma en que vivimos hoy tiene implicaciones eternas. Vivamos con cuidado, entonces, buscando la justicia, la devoción, la fe, el amor, la paciencia y la gentileza. De hecho, este es el carácter de un cristiano. Por segunda semana consecutiva, la aclamación del evangelio es: "Aunque nuestro Señor Jesucristo fue rico, se hizo pobre, para que por su pobreza pudieras hacerte rico". En la Eucaristía, Jesús, que es rico, se vuelve pobre, entonces para que nos hagamos ricos. A medida que Jesús nos enriquece, que nuestros enriquecimientos ayuden a la pobreza de otras personas. -Padre Satish Joseph
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AuthorAqui estan las homilias del Padre Satish de cada domingo. Archives
November 2022
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