29 de abril de 2018 - Todos los cristianos no son discipulos pero todos los discipulos son cristianos

V Domingo de Pascua
Lecturas del dia

Hay una historia que mi maestra de segundo grado nos había contado en mi clase de catecismo. Extrañamente, todavía me acuerdo de la historia al leer la lectura de hoy. Un día, Miguel Ángel caminando por un jardín en Florencia, vio un bloque de mármol en una esquina que sobresalia de la tierra. Estaba medio cubierto por la hierba y el barro. Se detuvo de repente, como si hubiera visto a alguien. Entonces dijo a sus amigos que estaban con él,: "Un ángel está encarcelado en el mármol; yo le debo sacarle a la libertad." Y, armado con un cincel, comenzó a trabajar en ese bloque hasta que surgió la figura de un ángel hermoso. La maestra nos decía: "Cada uno de nosotros somos un ángel en bruto. Y Dios es el artista. El cincel es la Palabra de Dios. Dios usa su palabra para sacar lo mejor de nosotros."

Lo que dijo Miguel Ángel de ese bloque de mármol, me gustaría decir acerca de cada uno de nosotros, “Hay un discípulo atrapado en cada uno de nosotros!” Me gustaría usar las palabras de Cristo en el Evangelio de hoy para reflexionar más sobre los discípulos y el discipulado.  

1. “Que den mucho fruto y se manifiesten así como discípulos míos” A medida que la temporada avanza de la Pascua hacia  Pentecostés hay dos movimientos reconocibles que son perceptibles  a través de nuestras lecturas de la escritura. El primer movimiento en la iglesia después de la resurrección era el cambio visible en la madurez de los apóstoles y otros discípulos. De ser un grupo  asustado, tímido, angustiado, desesperado y cerrado Cristo los transforma en una iglesia audaz, valiente, decidida, y misionera. Del mismo modo, Cristo nos quiere transformar. Qué es lo que quiere Cristo para transformarnos ? Quizás, la respuesta se encuentre en la última frase del Evangelio de hoy. donde Jesús dice: “En esto es glorificado mi Padre, en que deis mucho fruto, y seáis mis discípulos.” Como cristianos, nuestro proyecto de vida debe ser permitir que Cristo nos transforme en  verdaderos, incondicionales, discípulos radicales. La tragedia más grande al final de nuestras vidas será que volvemos a Dios sin haber sidos tocados y transformados por Cristoa tal punto hasta parecernos a El. La mayor tragedia sería que al final de nuestra vida hayamos profesado a Cristo sin llegar a ser sus discípulos.
2. “Permanece en mí y yo en Ti!” En la iglesia primitiva después de la resurrección, se produjo un segundo movimiento -  de la presencia física de Cristo a la presencia espiritual Durante cuatro domingos después de Pascua hemos oído historias de la aparición  física de Jesús a sus discípulos. Ahora a medida que avanzamos en el quinto domingo de Pascua, el énfasis cambia de la presencia en morada de Cristo. Por lo tanto, las palabras de Jesús, ‘Permaneced en mí, como yo en vosotros!’ En la Iglesia primitiva, Jesús permaneció en los discípulos de tres maneras: a través de sus palabras, a través del Espíritu Santo, y en la fracción del pan. La Palabra, el Espíritu, y el Pan - como cinceles de Miguel Ángel, estas son las herramientas que permite que Cristo nos transforme en sus discípulos. Las palabras de Cristo de hoy nos invitan a examinar nuestra relación con Jesús en las Escrituras, por medio del Espíritu y de la Eucaristía. Ojala que tengamos una profunda relación con el Evangelio. Ojala que seamos conscientes de los impulsos del Espíritu Santo. Ojala que tomemos el tiempo y hagamos el esfuerzo para discernir estos impulsos. Ojala que nos encontremos con nuestra propia vida en la fracción del pan.

3. "Sin mí no podéis hacer nada". Hay cristianos y hay Discípulos. Terminé mi primer punto diciendo: “La mayor tragedia sería que al final de nuestra vida que hayamos profesado a Cristo sin llegar a ser sus discípulos.” Hay cristianos y hay discípulos. No todos los cristianos son discípulos, pero todos los discípulos son cristianos. ¿Cómo distinguimos a un discípulo de un cristiano? Para mí, la respuesta está en una cita de mi persona favorita - el beato Arzobispo Oscar Romero. No recuerdo la cita exacta, pero él dijo algo muy parecido a esto - “Un cristiano debe amar lo que Cristo amó en el Evangelio y rechazar lo que Cristo rechazó en el Evangelio” El discipulado se trata de convertirse en el mundo actual como una imagen del Cristo de los evangelios. Espero que no seamos meros cristianos. Espero que estemos en el camino de ser discípulos radicales. 

Al celebrar esta Eucaristía nos damos cuenta de las tres formas en que Cristo está presente para nosotros: La Palabra de Dios acaba de ser proclamada, Su  espíritu está en medio de nosotros Muy pronto el espíritu santo va a transformar el pan y el vino en el cuerpo y la sangre de Cristo. Hay un discípulo en cada uno de nosotros. Vamos a Cristo para transformarnos en discípulos.

-Padre Satish Joseph