23 de noviembre de 2014 - Todos los Hombres del Rey

Jesucristo Rey del Universo
Las Lecturas del Dia
Dr. Martin Salia es la última víctima del virus Ébola en los Estados Unidos. Él, junto con su familia, vivía en Maryland. Fue traído de vuelta de Sierra Leona en estado crítico y murió treinta y seis horas después de que haya ingresado en el hospital en Nebraska. Entonces, ¿qué estaba haciendo Él en Sierra Leona?  El Dr. Salia nacio en Sierra Leona y como su amiga Patricia Mustapha habia dicho: "Él estaba de vuelta a su país, para ayudar a su pueblo." Tenía sólo 44 años de edad. En muchos sentidos, esto es una tragedia. El mundo necesita más personas como el Dr. Salia. Por otra parte, el Dr. Salia murió salvando vidas. Nuestra lectura del Evangelio, en la fiesta de Cristo Rey celebra personas como él. Jesús dijo: "Cuanto hicisteis a uno de mis hermanos  más pequeños, a mí lo hicisteis."

Me gustaría ofrecer tres puntos de reflexión para nosotros hoy:

1. La fiesta de Cristo Rey no se estableció como una fiesta triunfalista. Más bien, establecida por el Papa Pío XI en 1925 después de la Primera Guerra Mundial, la fiesta estaba destinado a domar una Europa muy nacionalista de los peligros del fascismo y el culto a los héroes embriagadora. Pío XI estaba tratando de lograr esto no proponiendo un Cristo triunfante y poderoso, sino un Cristo que se pueda encontrar en los pobres, los hambrientos, los sedientos, los desnudos y en la cárcel. Por eso, las lecturas bíblicas para esta fiesta cada año se centra en la humildad, la abnegación y el amor sacrificado de Cristo. Obviamente, la fiesta no tuvo éxito en la transmisión del mensaje. Sólo una década y media después, el mundo ya estaba nuevamente en otra guerra mundial. Si estamos mejor hoy de lo que éramos en esta época - sólo la historia lo dirá. Sin embargo, el número de conflictos activos en el mundo, e incluso en nuestro propio país parece sugerir que la intención original del establecimiento de la Fiesta de Cristo Rey es tan relevante ahora como cuando fue fundada. La Fiesta de Cristo Rey nos sugiere que la paz no se logrará hasta que la relación entre las naciones, los pueblos y los individuos sean en base a la justicia, el respeto mutuo y profundo deseo por el bien común. Mientras que el motivo principal de nuestra relación sea el lucro, el instinto de conservación y la dominación,entonces la paz siempre nos va a eludir.


2. Una reflexión sobre el poder. En la primera lectura de hoy Ezequiel entrega una incriminación condenatoria de líderes egoístas de Judá. En contraste directo es consejo del Papa Francisco a los obispos y pastores de hoy que deben oler como las ovejas. Hoy, sin embargo, me gustaría centrarme en todos nosotros. Ninguno de nosotros está sin poder. Yo, como sacerdote de la parroquia, y ustedes como esposos, esposas, padres o hijos también ejercen el poder. Y no importa lo que hacemos para vivir, se trata de un poco de ejercicio del poder. Si nada más, tenemos poder sobre nuestras propias vidas. Por otra parte, los medios de comunicación social  han añadido una nueva dimensión al ejercicio del poder. Esas cosas que no le diría a la gente cara a cara , fácilmente lo hacemos en los medios de comunicación social. Las vidas de las personas están en ruinas en las redes sociales. Las relaciones se rompen en facebook y twitter. Y luego tenemos a Cristo. Él no podía hacer nada mientras yacía en el pesebre o colgado en la cruz. Sin embargo, él optó por ejercer el poder de una manera muy específica. Su poder se vio atenuada por el amor incondicional, la compasión eterna, y la misericordia sin fin. Su poder era más evidente en su servicio desinteresado. Si queremos conocer nuestra propia actitud hacia el poder y la autoridad, todo lo que tenemos que hacer es mirar cómo conducimos nuestras relaciones. En la medida en que el perjuicio, los celos, la ira egoísta, la manipulación, la deshonestidad y el interés-propio sean parte de de nuestras relaciones, entonces  siempre fallaremos en el ejercicio de nuestro poder y no como lo hizo  Cristo con su  poder.

3. Que los pobres sean centros en su vida. Deseo volver a la historia del Dr. Martin Salia. Como residente permanente del país y como un hombre casado y con dos hijos, el Dr. Salia no tenía que ir a Sierra Leona para servir a las víctimas del ébola allí. Pero lo hizo. En cuanto a eso, Jesús no tenía que venir a la tierra para salvarnos tampoco. Pero lo hizo. No me puedo imaginar que Cristo no haya acogido al Dr. Salia en el Reino. La lectura del Evangelio, en la fiesta de Cristo Rey nos enseña que el lugar que ocupan los pobres en nuestras vidas, es el lugar ocupado por Cristo en  nuestras vidas. El ministerio a los vulnerables no debe ser solamente acerca de tomar dinero de nuestro bolsillo para dárselo a los pobres, sino más bien, que el ministerio a los pobres debe convertirse en parte íntegra de nuestra espiritualidad. Nuestra adoración y nuestro ministerio a los pobres deben ir de la mano. El ministerio genuino a los socialmente débiles y vulnerables es dar a las personas su dignidad, y tratarlos con respeto, y estar ahí en los momentos de la desesperación. El problema hoy en día, sobre todo en nuestro país, es que los pobres y los vulnerables se han convertido en víctimas del tira y afloje político-ideológico y económico. Por ejemplo, como la reforma migratoria se convierte en una lucha política contenciosa en nuestro país, en el Congreso Mundial de la Pastoral de los Migrantes, el Papa Francisco dijo: "La Iglesia Católica es una madre sin límites y sin fronteras, dando la bienvenida y ayudando a todos los hijos de Dios , en particular a los quienes huyen de la violencia, la opresión y la pobreza.”

Hoy en día, mientras adoramos a Jesús en la Eucaristía, no dejemos de encontrar al mismo Cristo en aquellos que más nos necesitan. Y al igual que Cristo dio su cuerpo y su sangre por nosotros, podamos también nosotros servir a los pobres con todo nuestro ser. Este es el mejor honor que podemos dar a Cristo, nuestro Rey. Amén.


- Padre Satish Joseph