22 de septiembre de 2019 - Escuchen esto los que buscan al pobresólo para arruinarlo

XXV Domingo Ordinario
Lecturas del Dia
Sublime gracia,
cuán dulce el sonido
¡Que salvó
a un desgraciado como yo!
Estuve perdido,
pero ahora me encontré,
Estaba ciego,
pero ahora puedo ver.
Este es uno de los himnos más populares en las iglesias católicas y protestantes por igual. Se canta en la mayoría de los servicios de reconciliación, funerales y cada vez que reflexionamos sobre el arrepentimiento. Quizás, el contexto de la canción es menos popular que la canción en sí. John Newton, el autor, era un comerciante de esclavos. Durante su viaje de 1748, una tormenta destructiva golpeó su barco. Este fue el momento en que buscó la misericordia de Dios. La tormenta salvó el barco y él sobrevivió. Esto comenzó un proceso de conversión que finalmente lo llevó a convertirse en abolicionista. Justo antes de su muerte, tuvo la suerte de ver la abolición de la trata de esclavos africanos en el Reino Unido en 1807.
Las lecturas de las Escrituras de hoy nos invitan a evaluar nuestra relación entre Dios y el dinero. Aquí están mis tres puntos para hoy.

1. El Señor escucha el grito de los pobres. Hay algunas razones por las que comencé mi homilía con una referencia a John Newton, la esclavitud y la abolición. Primero, para esta semana y la próxima, nuestra primera lectura es del Profeta Amós. Amós predicó casi 2300 años antes de John Newton. Dios lo nombró profeta para hablar en contra de todo tipo de opresión. En la primera lectura de hoy predica contra aquellos opresores que se dicen a sí mismos: "Compraremos los humildes por plata y los pobres por un par de sandalias". Los ricos y poderosos de la época de Amós estaban comprando y vendiendo personas. ¿Te parece eso esclavitud? Segundo, hay un aniversario que se hace pasar sin mucha atención en nuestra nación. 2019 es el 400 aniversario de la llegada de los primeros esclavos africanos a Estados Unidos. Veinte esclavos llegaron el 16 de agosto de 1619 a la colonia británica de Virginia. El resto es historia. La tercera razón por la que comencé con la historia de John Newton y la opresión es que Dios tiene algo que decir sobre esto. En la primera lectura de hoy, Dios dice: "¡Escuchen esto, ustedes que pisotean a los necesitados y destruyen a los pobres de la tierra!" La lectura termina con Dios prometiendo: "¡Nunca olvidaré algo que hayan hecho!". Nuestro Dios es un Dios que se preocupa por los pobres.
2. El poder del Dinero. La conversión de John Newton fue lenta. No dejó de comerciar esclavos de inmediato. Aunque continuó trabajando en el comercio de esclavos por unos años más, ganó simpatía por los esclavos. No fue sino hasta 1754 que renunció a la trata de esclavos. Poco después, estudió teología y se convirtió en ministro anglicano ordenado. Fue entonces cuando escribió "Sublime Gracia ". Finalmente se dio cuenta: "Ningún sirviente puede servir a dos señores. Odiará a uno y amará al otro, o se dedicará a uno y despreciará al otro". No se puede servir tanto a Dios y al dinero”(Lc 16,13). Todo el comercio de esclavos era sobre economía. ¿Qué no hace la gente por dinero, por riqueza? El mayordomo en la lectura del Evangelio traicionó la confianza de su amo, manipuló las cuentas e incluso hizo que los deudores vulnerables fueran deshonestos. ¿Qué no hace la gente por dinero? Hoy, Jesús nos está haciendo evaluar nuestra relación con el dinero. ¿Controlamos al dinero o él nos controla? Aquí está el punto. Nuestra relación con la riqueza tiene implicaciones eternas. Como Jesús dice: “Si por lo tanto, no eres confiable con una riqueza deshonesta, ¿quién te confiará con la verdadera riqueza?
3. La opresión hoy. Ya sea el trabajo forzado, los niños trabajadores o trata de personas, el valor de la persona humana sigue reduciéndose a un par de sandalias. Además de todo eso, los problemas económicos que nuestras familias tienen que soportar son brutales. Tenemos familias en nuestra parroquia que están con enfermedades, se callan muy fácilmente en la deuda y la bancarrota. Tenemos familias que están muy cerca de la ruina financiera. Tenemos familias que tienen que trabajar dos o más trabajos para llegar a fin de mes. Tenemos muchos padres solteros que viven de cheque en cheque. La atención médica no es fácil de mantener en estos días. Para muchas personas, el desempleo y la falta de vivienda son posibilidades reales. Esto no siempre es porque la gente no trabaja duro. A menudo, las probabilidades están en contra de los pobres y la clase media. Hay algo malo cuando el 1 por ciento superior de los hogares posee más riqueza que el 90 por ciento inferior combinado. Creo que Dios está diciendo lo mismo que dijo a través  de Amós hace miles de años: “¡Escuchen esto, ustedes que pisotean a los necesitados y destruyen a los pobres de la tierra! ¡Nunca olvidaré algo que hayan hecho!
Padre Satish Joseph