21 de julio de 2019- El Servio al Cliente Cristiano

XVI Domingo Ordinario
Lecturas del Dia
Tal vez, usted ha escuchado sobre mi experiencia terrible a manos de American Airlines en mi reciente viaje desde la India. Lo que se suponía que era un viaje de 36 horas se convirtió en un viaje de 60 horas. El clima no fue la única razón para el retraso. Los problemas iban desde la falta de disponibilidad de la tripulación, el papeleo incompleto sobre el mantenimiento de la aeronave, el inodoro que no funciona y, finalmente, el bajo nivel de combustible. Más de cien pasajeros se sentaron en el avión y en la pista durante 5 horas y media, solo para ser desembarcados nuevamente . Además de las increíbles razones para la experiencia desgarradora, mi principal frustración fue el servicio al cliente. Simplemente no había nadie para ayudar. Y si había personas que podían ayudar, simplemente no les importaba.Un buen servicio al cliente podría haber hecho todo más fácil. La palabra bíblica para servicio al cliente es la hospitalidad. Abraham, en la primera lectura, y María y Marta en la lectura del evangelio de hoy, son excelentes ejemplos de servicio al cliente cristiano. Si desea saber qué no es la hospitalidad, viaje a American Airlines.

1. La oración como hospitalidad. ¿Alguna vez han pensado en la oración como hospitalidad? El tiempo que reservamos para la oración, el tipo de atención que le prestamos a Dios, nuestro compromiso de pasar tiempo con Cristo con regularidad pueden considerarse actos de la hospitalidad. María, sentada a los pies de Jesús, es una poderosa imagen de la oración. No hubo distracciones, ni ansiedades, ni prisas. A pesar de que su hermana zumbaba a su alrededor como una abeja, se sentaba allí a los pies de Jesús. Marta no amaba menos a Jesús. Jesús no la reprendió porque era una mala persona o porque estaba haciendo algo malo. De hecho, Martha estaba siendo hospitalaria de una manera diferente. Pero Marta estaba distraída por cosas externas como lo hacemos a veces nosotros. ¿Somos demasiado distraídos como un pueblo? ¿Son nuestros teléfonos inteligentes nuestro dios? ¿Estamos tan ocupados que no tenemos tiempo para Dios? ¿Tenemos prisa cuando venimos ante Dios o en oración para la adoración del domingo? ¿Se siente Dios bienvenido en nuestra casa como lo hizo Dios en la tienda de Abraham? ¿Tiene Dios tiempo para sentarse y hablar con nosotros como lo hizo Jesús con María? Esta semana encuentre maneras de ser hospitalario con Dios. 
   

2. La Eucaristía. Quiero reflexionar sobre la Eucaristía como la hospitalidad de Dios. En su formato más básico, la Eucaristía es una comida. La primera eucaristía se llama la última cena. La última cena fue una comida. La última cena fue una comida de la Pascua. La Pascua original también era una comida. Cuando el ángel de la muerte pasó por Egipto y trajo la libertad al pueblo hebreo, su viaje comenzó con una comida. Desde entonces, durante siglos, el pueblo de Dios celebró su redención con una comida. Jesús revolucionó la pascua. Una comida que fue diseñada para el pueblo hebreo se convierte en una comida universal. El mundo entero llega a la mesa eucarística. No importa quiénes somos ni en qué parte del mundo estamos, Dios extiende una mesa para todos los pueblos. Aún más, todos los que vienen a la mesa de Dios se conectan. Nos convertimos en un cuerpo en Cristo Jesús. Aún más, todos estamos invitados a la mesa eterna en el cielo. Esta es la maravilla de la hospitalidad de Dios. Le estoy dando un nombre y ese nombre es el servicio divino al cliente . 
3. La hospitalidad como la diversidad. Me sorprendería si no están preocupados por la tensión racial en nuestra nación en estos días. No importa de qué lado de la división política se encuentre, ¿se está redefiniendo como Americano? Vine a este país a través del sistema de inmigración. Sin embargo, hoy, por primera vez, estoy empezando a sentirme muy inseguro. Aunque soy ciudadano, no estoy seguro de que pertenezco a este pais. Hace unos meses, me dejaron este mensaje de voz en mi teléfono. Una voz masculina dijo: "Satish, ¿por qué no regresas a la India? Eres una desgracia para los Estados Unidos de América. No perteneces aquí. ¡Adiós!”  Esto es muy doloroso. Esta no es la América que conozco de niño. Esta no es la América en la que vine hace 19 años. Hoy, en esta Iglesia no somos solo americanos. Somos cristianos y somos católicos. ¡Católico significa universal! Somos un pueblo eucarístico. Estamos llamados a imitar la hospitalidad divina. Por favor, seamos agentes de cambio. Por favor, seamos un pueblo hospitalario y acogedor. Por favor, seamos como Abraham, como María y Marta, como Jesús. Seamos personas de servicio al cliente cristiano. 
¡Aquí estamos a la mesa de Dios y estamos siendo salvados! Esta es la hospitalidad divina. Que nuestras vidas repliquen esta Eucaristía. 
P. Satish joseph