XXXIII Domingo ordinario
Lecturas del dia En nuestras reuniones de personal de la parroquia, siempre comenzamos leyendo la lectura del evangelio para la próxima semana y compartiendo nuestros pensamientos sobre el pasaje. La semana pasada leí la lectura del evangelio que acabamos de leer para nosotros. Mi reacción instintiva fue fatiga. Les dije a todos en la sala: "¡No quiero lidiar con eso!". No quería escuchar más sobre guerras e insurrecciones, muerte y destrucción. Hubo mucho silencio en la habitación ese día. El tiempo de reflexión terminó bastante rápido. No es que no entienda el significado de las lecturas apocalípticas. Al llegar al final del año litúrgico y calendario, las lecturas litúrgicas nos llevan a reflexionar sobre la realidad del fin. Nos guste o no, algún día, ya sea a escala personal o cósmica, tendremos que enfrentar nuestro fin. No importará si estamos cansados o no. Cuando suceda, las Escrituras nos dicen hoy: “Por la perseverancia asegurarán sus vidas” (Lc 21,19). “¡Por la perseverancia asegurarán sus vidas!” He elegido reflexionar sobre la perseverancia. Aquí están mis tres puntos para hoy.
1. Contexto de las lecturas apocalípticas. Permítanme primero proporcionar el contexto de las lecturas. Casi siempre, el contexto de las lecturas apocalípticas es persecución o infidelidades religiosas desenfrenadas a gran escala.y es de lo que trata en nuestra primera lectura del libro de Malaquías. El nombre Malaquías no es un nombre propio. Malaquías significa "mi mensajero". El verdadero autor del libro es anónimo debido a su crítica mordaz de los abusos y la indiferencia religiosa en la comunidad. Por otro lado, a la luz de las infidelidades, la profecía apocalíptica de Malaquías incluyó un mensaje de esperanza. Él dice: "He aquí, se acerca el día, ardiendo como un horno ... Pero para ustedes que temen mi nombre, surgirá el sol de la justicia con sus rayos curativos" (Mal. 3: 19-20). El contexto de la lectura del evangelio, por otro lado, es la persecución externa. El Evangelio de Lucas fue escrito muy cerca de la destrucción del templo en el año 70 DC. Para las personas que vivían en esos días, era como si fuera el apocalipsis. También hubo persecución cristiana. Muchos cristianos fueron crucificados o arrojados a las bestias. Sin embargo, incluso en estos días horripilantes y aterradores, no faltaron rayos de esperanza. Jesús dice: "Ni un cabello de tu cabeza será destruido" (Lucas 21:18). En nuestra reunión de personal, no pude leer con la esperanza de que sea parte integral de la literatura apocalíptica. La perseverancia es imposible si perdemos de vista la esperanza que Dios nos ofrece.
2. “¡Por sus perseverancias!” La perseverancia se define como “persistencia en hacer algo a pesar de la dificultad o la demora para lograr el éxito”. En otras palabras, en el contexto secular y en las escrituras de hoy, la perseverancia significa “no darse por vencido”. Además, no es un "no darse por vencido" por sí mismo, sino porque siempre tenemos en cuenta la eterna esperanza que llevamos en nuestra alma. Miremos a Jesús por un momento. Jesús, como Malaquías, buscó una renovación religiosa y espiritual en la nación. Buscó esta renovación cuando su nación estaba bajo ocupación opresiva. Jesús soportó la persecución tanto dentro como fuera de la nación. Sin embargo, él perseveró. No se trataba de "no darse por vencido!" Se trataba de "no ceder!" Él no se desanimó. No cedió a la infidelidad. No cedió a la desesperación. Continuó creyendo en la misión que su Padre le confió. Continuó buscando el Reino. Continuó alentando y construyendo a sus discípulos. Continuó dando esperanza a la gente. Nunca comprometió su integridad. Nunca dejó de amar. Sobre todo, nunca dejó de hacer el bien. Hasta su último aliento, no se rindió. Jesús perseveró. Por su perseverancia, aseguró no solo su vida, sino que la aseguró para toda la humanidad. 3. Tres pasos para la perseverancia. Hay tres formas de construir perseverancia. a) Oración. A menudo encontramos a Jesús alejándose de las multitudes y sus discípulos para orar. Su oración lo mantuvo conectado a su Padre. En su momento más oscuro, llamó a su padre. La intimidad con Dios es crítica para una vida de perseverancia. b) Destino y origen. Jesús a menudo hablaba de dónde venía y hacia dónde iba. Siempre mantuvo su origen y destino a la vista. Incluso en su momento más vulnerable su grito fue: "Padre en tus manos ...". Especialmente cuando somos vulnerables, debemos recordar nuestro origen y nuestro destino. Especialmente cuando la oscuridad nos rodea, recordemos que Dios es nuestro origen y que Dios es nuestro destino. Como Jesús nos recuerda hoy, "Cada cabello en nuestra cabeza se tiene en cuenta". C) Amar y hacer el bien. Los dos pasos anteriores son disposiciones internas. Estas disposiciones internas necesitan acciones externas para mantener el fuego encendido. Hay dos cosas que Jesús nunca paró, incluso en los momentos críticos de su vida: amar a los demás y hacer el bien. Desde la cruz perdonó a sus asesinos. Incluso mientras colgaba de la cruz, dio paso a un criminal crucificado para que entrara al paraíso. La mejor manera de perseverar, nunca rendirse, es nunca dejar de hacer el bien en el amor genuino. Si ponemos en práctica estas tres cosas, nunca nos quedaremos sin la esperanza que nos da la perseverancia para asegurar nuestras vidas. El Dios, que es nuestra esperanza, está aquí en el altar con nosotros. Acerquémonos a él. Amén. - Padre Satish Joseph
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AuthorAqui estan las homilias del Padre Satish de cada domingo. Archives
November 2022
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