14 de abril de 2019 - El, a quien todos doblen la rodilla

Lecturas del Dia

Cristo Jesús, aunque estaba en la forma de Dios,
no consideraba la igualdad con Dios como
algo que debía ser captado.
“Más bien, él se vació a sí mismo,
tomando la forma de un esclavo,
viniendo en semejanza humana;
y se encontró humano en apariencia,
se humilló a sí mismo,
volviéndose obediente hasta el punto de la muerte,
incluso la muerte en una cruz. ”
(Filipenses 2: 6-8)

1. Se vació a sí mismo. El auto-vaciamiento de Jesús es diferente a vaciar una botella. Tampoco es como un cambio de traje o forma. Más bien, el auto-vaciado se refiere a un cambio de naturaleza. En Cristo, la naturaleza divina entra genuina y auténticamente en la realidad humana. Jesús no se veía simplemente como un ser humano. Se hizo humano. Se convirtió en quien no era! El auto-vaciamiento de Jesús significa que él personalmente entró en la historia humana para unirse con nosotros.
2. Tomando la forma de un esclavo. Jesús va un paso más allá. Jesús no solo se hizo humano. Se convirtió en el menos humano: un esclavo. La libertad nos separa a los humanos de todas las demás criaturas. La libertad es la esencia de la humanidad. Un esclavo no tiene libertad. Un esclavo está a merced de otras personas. Un esclavo no tiene su propia voluntad. Ese es el problema con la esclavitud: que los humanos son tratados como si no fueran humanos. Jesús no se hizo meramente humano. Él no se convirtió en un ser humano rico. Jesús no se convirtió simplemente en un  ser humano pobre. Se convirtió en el menor de los seres humanos,en un esclavo. El contraste es sorprendente! ¡El que era el ser más elevado se convirtió en el ser más bajo!
3. Se humilló y se hizo obediente hasta la muerte. Jesús se humilló a sí mismo. En los tiempos del Nuevo Testamento, la humildad era la virtud de un esclavo. La paradoja es clara: el esclavo que está sin libertad hace una elección libre de estar sin libertad. Esto significa que la obediencia de Jesús no fue meramente una idea de último momento. La "obediencia" sugiere estar sujeto a alguien. Jesús, que compartía la igualdad con Dios, entregó libre y deliberadamente su estado divino y se hizo obediente a Dios y al plan de salvación de Dios. La sabiduría divina había ordenado una muerte sacrificadora para Jesús. Fue obediente a esa muerte sacrificial. Hasta su último aliento, hasta que  derramó la última gota de sangre, desde el vientre hasta la tumba, Jesús siguió siendo obediente.

Al entrar en la Semana Santa, debemos recordar que Jesús se vació a sí mismo, tomando la forma de un esclavo, y se hizo obediente hasta la muerte, para nuestra redención. El vaciamiento de Jesús debe inspirar nuestro auto-vaciamiento. El sacrificio de su libertad debe inspirarnos a apreciar la libertad que Cristo ganó para nosotros por su sacrificio de la muerte. Su esclavitud y muerte deben inspirar nuestra obediencia a Dios. Esta semana santa, las acciones redentoras de Jesús nos obligan a doblar las rodillas y confesar que "Jesucristo es el Señor".
-Padre Satish Joseph