10 de feb de 2019 - Un Dios Asombroso y una Llamada Asombrosa

V Domingo Ordinario
Lecturas del Dia
Este año es el 25  aniversario de mi ordenación sacerdotal. Cuando miro hacia atrás, no tengo ni idea de como han pasado 25 años. Todo es una neblina. Sin embargo, tengo recuerdos muy vívidos de cada uno de estos años. Ha sido una gran vida. Ha sido una vida maravillosa. Ha sido un proyecto de vida desalentador y desafiante. Ha exigido todo en mí. Sin embargo, ha sido una vida llena de asombro. Si tuviera otra oportunidad en la vida, lo haría de nuevo. En pocas palabras, estoy en el asombro!
Para un cristiano, uno de los paradigmas dominantes desde los cuales reflexionar sobre la vida es "la llamada". Desde nuestra concepción hasta nuestra muerte, en nuestro origen y peregrinación hacia nuestro destino, creemos que somos llamados. De hecho, toda la vida es una respuesta a un logro de la realización de una llamada.
Hay dos historias de llamadas en las lecturas de las Escrituras de hoy, la de Isaías y la de Pedro. Si no se habían dado cuenta, los dos están asombrados. Me gustaría reflexionar sobre estas llamadas narrativas y las implicaciones prácticas desde la perspectiva del "temor".

1. Un Dios impresionante y una llamada impresionante. En la primera lectura y en la lectura del evangelio, encontramos a Isaías y Pedro en el asombro total. Primero, están en el asombro de Dios. Con puro asombro, Isaías grita: "¡Ay de mí, estoy condenado!" Pedro simplemente se cayó a los pies de Jesús y dijo: "Aléjate de mí, Señor, porque soy un hombre pecador". Quedaron asombrados porque Dios es Increíble! Es lo que tenemos que esperar cuando entramos en la eternidad, la maravilla de un Dios asombroso. Dios es tan asombroso que permaneceremos asombrados por la eternidad. Segundo, hay asombro en esto: la llamada de Dios. Ambos Isaías y Pedro están asombrados por el hecho de que Dios los llamó. ¡Se consideraban indignos! Pero el hecho de que Dios los llamó a pesar de su indignidad deja que el asombro los golpee. Cuando miro hacia atrás en mi vida, también estoy totalmente asombrado. Confieso que nunca he tenido una experiencia tan intensa como Isaías o Pedro, porque hay veces que también me he arrodillado y he dicho: "¡Aléjate de mí, Señor!" ¡Espero que uds también lo hayan hecho!
   

2. La Llamada de Dios refuerza la Dignidad de la persona humana. Cuando se trata del significado de la existencia humana, existen múltiples paradigmas. Para nosotros, los cristianos, el más significativo es la vida como respuesta al llamado de Dios. En otras palabras, no creemos que los seres humanos sean criaturas biológicas accidentales e instintivas que flotan en la tierra así como los mosquitos. Por el contrario, creemos que el llamado de Dios da a la vida humana su dignidad. El llamado de Dios le da a la vida humana su significado último. Por supuesto, nuestra dignidad humana proviene del hecho de que cada persona humana está creada a imagen y semejanza de Dios. Sin embargo, el hecho es que Dios también nos llama a aumentar la dignidad de la persona humana. En otras palabras, cuando estamos en presencia de los demás, debemos sentirnos totalmente asombrados. No encuentro palabras para enfatizar la suficiente necesidad  que reflexionemos sobre la dignidad de la persona humana. Contrariamente el asombro en el que estamos invitados a sostener a cada persona humana,es que hoy estamos en una crisis de la dignidad humana. La crisis del maltrato infantil en la iglesia y la subsiguiente crisis en el manejo de los casos de maltrato infantil por parte de los obispos es un problema de dignidad humana. El número de políticos de alto perfil, celebridades, clérigos e individuos poderosos acusados ​​de tratar a las mujeres e incluso a las monjas como meras herramientas es una crisis de la dignidad humana. El racismo y las formas en que se manifiesta hoy en nuestra nación es una crisis de dignidad humana. Las formas en que la vida humana se hace prescindible desde la concepción hasta el fin natural es una crisis de la dignidad humana. La forma en que los inmigrantes y los refugiados son demonizados, maltratados, detenidos y tratados es una crisis de dignidad humana. Las familias se dividen , y así, la separación de los niños de sus familias es una crisis de la dignidad humana. El escándalo de la pobreza y la miseria en un mundo que posee el 1% de la mayor parte de la riqueza del mundo es una crisis de dignidad humana. La omnipresencia y el poder de la pornografía es una crisis de la dignidad humana. Permítanme decirles esto: como cristiano, no darle a ninguna persona humana su dignidad dada por Dios es un pecado grave.     
3. Nuestra dignidad humana nos obliga a responder. Ya que nuestra dignidad humana proviene de ser creados y llamados por Dios, la realización de nuestra dignidad humana debe convertirse en nuestra búsqueda singular. Como Isaías, como Pedro, responder a la llamada no sólo da sentido a nuestras vidas, sino que también aumenta la dignidad que reclamamos para nosotros mismos. No dejen pasar la vida sin discernir su llamado. No pasen la vida sin responder al llamado de Dios. Sea  su matrimonio, sea su familia, sea su trabajo, sea su vida, sea sus relaciones, sea sus amistades, sea su placer, persiganlo con dignidad, la misma dignidad asombrosa que nuestro Dios asombroso nos ha dado Cuando nos encontremos cara a cara con Dios, ojala que no nos encuentre que no hayamos discernido, perseguido ni siquiera no hayamos dado cuenta de nuestro llamado.
-Padre Satish Joseph