1 de enero de 2017 - Es un trabajo de Adentro

Solemnidad de María Santísima, Madre de Dios

Lecturas del Dia
Debo admitir que el Adviento 2016 fue un adviento desafiante. Los cambios en el personal de ambas parroquias, la duplicación literal de mis responsabilidades oficiales, mi viaje a la India para visitar a mi padre enfermo, los muchos funerales durante el Adviento, todo contribuyó a un adviento bastante inquieto. Ustedes no podrán creer esto, pero, con impaciencia miro adelante a mi vuelo sin parar de 14 horas para conseguir un rato solo y de  tranquilidad. No estoy diciendo que el advenimiento y la Navidad no fueran significativos. Simplemente estoy diciendo que mi alma estaba anhelando algo más profundo.

Al comenzar un Año Nuevo con la Solemnidad de María Madre de Dios, estoy eligiendo reflexionar sobre las palabras del evangelio de hoy: "Y María guardaba todas estas cosas, reflexionando sobre ellas en su corazón". Si queremos que nuestro Año Nuevo sea significativo, creo que la respuesta está dentro de nosotros. Como María, todos somos invitados a ser personas de  interioridad.

Permítanme decir tres cosas sobre esto:

1. La Interioridad: Descubriendo el Espacio Sagrado Interior. ¿Has notado cuán limpias son las historias que rodean al nacimiento de Cristo? La historia de la concepción y el nacimiento de Juan el Bautista, la historia de la anunciación, la historia de la decisión de José de llevar a María a su hogar e incluso la historia de la fuga de la Sagrada Familia a Egipto parecen tan limpias. Los ángeles aparecieron en cada coyuntura, los personajes de las historias permanecieron incuestionablemente dóciles, y sus vidas se desentrañaron como en una película de Hollywood. No estoy cuestionando la veracidad de las Sagradas Escrituras, pero, ¿no les parece que los ángeles no se nos aparecen de manera similar? ¿O soy el único que ha sido excluido? Propongo que la clave para entender las historias limpias son las palabras: "Y María guardaba todas estas cosas, reflexionando sobre ellas en su corazón.” Los ángeles podrían significar ángeles literales. Pero también podían señalar el tipo de gente que María, José y los demás eran. Eran personas con una profunda sensación de la interioridad. Eran personas que estaban en contacto con el espacio sagrado dentro de ellos. Puesto que "guardaron todas estas cosas, reflexionando sobre ellas en sus corazones," me gusta pensar en los ángeles como Dios hablando con ellos en las profundidades de su ser. Hoy, María nos está invitando a ser personas de interioridad - personas que están en contacto con el espacio sagrado interior.

2. El reto de la interioridad. La interioridad es un reto para nosotros hoy. Estamos constantemente tentados a vivir en el exterior. Dedicamos mucho tiempo y dinero a nuestra apariencia externa. Por otra parte, nuestro estilo de vida, nuestro trabajo, nuestra tecnología, nuestros gadgets y medios sociales hacen que sea muy difícil para nosotros ser personas de interioridad. Estamos en la línea 24x7. Quizás muchos de nosotros somos adictos electrónicos. Si añadimos a la mezcla nuestro trabajo, familia, hijos, nuestros padres ancianos ... ¿dónde está el tiempo para la interioridad? Por otro lado, las historias de la natividad nos dicen que "la reflexión en nuestros corazones" es la clave de la espiritualidad cristiana. Nos dicen que Dios habla más íntimamente en las profundidades de nuestro ser. Nos dicen que nuestro enfoque en lo externo puede hacernos insensibles a la presencia de Dios dentro de nosotros. En la segunda lectura de hoy, Pablo nos recuerda: "Dios envió el Espíritu de su Hijo EN NUESTROS CORAZONES, clamando:" ¡Abba, Padre! ". El enfoque de Pablo está en el interior. Del mismo modo, María nos enseña a prestar atención a nuestra vida interior. María, nos enseña a desarrollar una intimidad con Dios dentro de nosotros. María nos enseña a ser un pueblo contemplativo en un mundo activo. María nos enseña a vivir la vida en el camino lento. María nos enseña que lo que hacemos dentro es importante para una vida significativa y llena de propósito; Que encontrar a Dios dentro es la diferencia entre la mortalidad y la eternidad.

3. Una Resolución de Año Nuevo. Hoy es el primer día de un Año Nuevo. Muchas personas el año pasado, no vivieron para ver este día. Pero nosotros sí lo hicimos. Un Año Nuevo es siempre una promesa de algo nuevo. Me pregunto si nuestra resolución de año nuevo podría ser que seamos convertidos en gente de la interioridad. Me pregunto si podríamos tratar de convertirnos en un pueblo más contemplativo. Hay pocos pasos que podríamos tomar para llegar a ser como María. En el próximo año, es posible que podamos comprometernos a sólo unos minutos de silencio todos los días. A menudo al menos, tratemos de apagar todo lo que nos rodea y conectarnos con nuestro Creador dentro de nosotros. En el próximo año, tal vez podamos resolver leer las escrituras, y como María, "guardar todas estas cosas, reflexionando sobre ellas en nuestro corazón". Que Dios nos hable en nuestros corazones. Que los ángeles se nos aparezcan dentro de nosotros.

Cuando nos enfocamos en el espacio sagrado que hay dentro de nosotros, y cuando invitamos a Jesús a la Eucaristía a entrar en nosotros, y al comenzar un Año Nuevo, permítanme terminar mi homilía con las palabras de la primera lectura de hoy. "¡Que el Señor te bendiga y te guarde! ¡Que el SEÑOR brille sobre ti su rostro, y tenga misericordia de ti! ¡El SEÑOR te mire bien y te de la paz! Amén.
-Padre Satish Joseph